El diputado de Libre responsabiliza a la oposición por el posible impago de salarios y acusa a sus adversarios de “extorsionar” al oficialismo en el Congreso Nacional.

El diputado de Libertad y Refundación (Libre), Ramón Barrios, advirtió que si la oposición no aprueba tres préstamos que suman 145.3 millones de dólares, el gobierno no podrá pagar los salarios de maestros, médicos y enfermeras.
“Si no se aprueban esos préstamos no hay para pagarle a los maestros, a las enfermeras y eso va a ser responsabilidad de la oposición… Ellos van a cargar con ese costo político”, declaró.
Los créditos, según Barrios, ya están contemplados en el presupuesto vigente, pero su aprobación legislativa se ha postergado por falta de consenso político.
El legislador acusó a la oposición de “extorsionar” cada vez que el tema se intentaba agendar, razón por la cual —dijo— el oficialismo lo impulsa ahora, a menos de tres meses de las elecciones generales.
El Congreso Nacional ha suspendido en varias ocasiones la discusión de estos préstamos, en medio de un clima de polarización política.

La oposición ha cuestionado la urgencia del endeudamiento, sugiriendo que podría tener fines proselitistas en la antesala electoral.
Barrios aseguró que, una vez resueltas “cuestiones técnicas”, los préstamos volverán a la agenda la próxima semana y anticipó que serán aprobados.
También insinuó que podría haber “sorpresas” en torno a las reformas tributarias, que requieren 65 votos para su aprobación.
Las declaraciones de Ramón Barrios colocan el debate sobre el endeudamiento en el centro de la pugna política hondureña. Al vincular directamente la aprobación de los préstamos con el pago de salarios a sectores esenciales como educación y salud, el oficialismo busca trasladar la presión a la oposición, responsabilizándola de un eventual incumplimiento.
Sin embargo, el momento en que se impulsa la aprobación —en plena campaña electoral— alimenta las sospechas de que el endeudamiento pueda tener un uso político.
La acusación de “extorsión” contra la oposición refleja la tensión en el Legislativo y anticipa que la discusión será uno de los puntos más álgidos en las próximas sesiones.