Odir Fernández afirma que el uso del auditorio Juan Lindo fue solicitado por la Secapph para un conversatorio artístico, pero terminó siendo una actividad de tinte político.

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Odir Fernández, se pronunció sobre el evento realizado por la presidenciable de Libre, Rixi Moncada, en el auditorio Juan Lindo de la institución.
Fernández explicó que la Secretaría de Cultura, Arte y de los Patrimonios (Secapph) solicitó el espacio el lunes para realizar un conversatorio con artistas, con el objetivo de fortalecer vínculos y explorar un convenio con la universidad.
El evento se llevó, pero derivó en una actividad de carácter político, lo que generó críticas públicas y cuestionamientos sobre el uso de instalaciones académicas para fines partidarios.
“Pudimos observar que se desarrolló un evento de carácter político, en ningún momento se ha impulsado una actividad política-partidista”, afirmó Fernández.
Aclaró que el espacio fue cedido debido a que aún no ha iniciado el tercer período académico en la UNAH.
Asumió responsabilidad institucional por lo ocurrido: “Soy el primer responsable de este hecho, pero reitero que no se impulsa la campaña de ninguna persona desde la Universidad”.
Calificó la actividad como un “desacierto” por parte de la Secapph y lamentó que no se haya respetado la neutralidad institucional de la UNAH.
La presencia de Moncada en el auditorio universitario fue interpretada por diversos sectores como un acto político encubierto, lo que encendió el debate sobre el uso de espacios públicos para actividades electorales.
En respuesta, la UNAH emitió un comunicado reafirmando su compromiso con la neutralidad institucional y anunciando que revisará sus procesos internos para evitar que se repitan situaciones similares.
El episodio en el auditorio Juan Lindo revela las tensiones entre autonomía universitaria y dinámicas políticas en Honduras. Aunque la solicitud formal fue presentada como un conversatorio artístico, la presencia de una candidata presidencial y la participación de activistas con símbolos partidarios transformaron el evento en un acto político, comprometiendo la imagen institucional de la UNAH.