Su nombre es Sua Madai Martínez Ibarra, hija de don José Edgardo Martínez y María Martha Ibarra, mamá de Joab, Martha y Sua, y esposa de quien considera el amor de su vida, Roberto Antonio Matute. Hoy, en La Retratera, te presentamos la semblanza de la directora de la Comisión Interinstitucional Contra la Explotación Sexual Comercial y Trata de Personas.

Hondumedios. Sua Martínez nació en la bella ciudad de El Progreso un 23 de octubre. Desde muy joven destacó por su nobleza e integridad, así como su conciencia social, lo que la llevó a convertirse en una defensora de los Derechos Humanos.
Desde muy pequeña, en su hogar se le inculcaron principios y valores que rigen su vida. Es apasionada del estudio, y en su hoja de vida destacan una licenciatura de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, una maestría en Dirección Empresarial de la Universidad Tecnológica Centroamericana (UNITEC) y otra en Dirección con enfoque social de la Universidad Europea de Madrid, España.
Conserva sus raíces y gusta de la comida tradicional hondureña, entre menciona las baleadas, un refresco de horchata, los nacatamales, el atol de elote, las pupusas y el arroz con frijoles, entre tantas otras delicias de la gastronomía catracha.

Su pasatiempo favorito es su familia y las actividades de la iglesia a la que asiste. Gusta de la música cristiana, en especial, aquella que edifica el espíritu. Practica, en la medida de lo posible, el ciclismo, la natación, la producción de videos y apoyar al equipo de sus amores, el Club Deportivo Vida de La Ceiba, en las buenas y las malas.
VIDA ALTRUISTA
Es una altruista permanente que ha entregado su talento a la defensa de los derechos humanos y a trabajar por las mujeres a quienes se les han violentado sus derechos, además de llevar a cabo una serie de actividades en beneficio de otros seres humanos.
Desde hace unos ocho años, apoya a jóvenes en riesgo social, promueve la prevención de la violencia intrafamiliar y el empoderamiento y mejora de las condiciones de vida para sectores permanentemente excluidos.
Coordinó el Programa Regional de Desarrollo y Empoderamiento de la Mujer, auspiciado por la Embajada Americana y la Universidad Tecnológica de Honduras, donde también ejerce la docencia.

Este trabajo desinteresado hizo que conociera la crudeza y estragos que provoca la trata de personas y la explotación sexual comercial, naciendo en ella el deseo de luchar y extender su mano a las personas que tanto lo necesitan.
“Yo sabía que en el país existía ese horrible delito, pero desconocía el CICESCT porque los gobiernos anteriores hicieron poco o nada para contrarrestarlo, simplemente no les interesó”, recuerda Martínez Ibarra.
SU LUCHA CONTRA UN GIGANTE
En junio de 2022, la presidenta de la República, Xiomara Castro de Zelaya, le confió una ardua labor: coordinar la CICESCT, un organismo integrado por más de 30 instituciones llamadas a erradicar el fenómeno de la explotación sexual, la esclavitud y la trata de personas que tiene arraigadas sus raíces en Honduras como territorio fértil para este delito transnacional.
“Fue algo frustrante, llegué y prácticamente me tocó empezar de cero; el abandono y la indiferencia eran asombrosos. Llegué a planificar, a crear programas de atención para las víctimas rescatadas que carecían de calor humano, de una atención integral que permitiera una reparación integral y no fueran revictimizadas”, sostiene con firmeza.

Una de las situaciones más complejas que le ha tocado enfrentar es que la indiferencia y la poca atención a la problemática han hecho que estos delitos queden impunes, a pesar de la sed de justicia de las víctimas que aún sufren las secuelas de este crimen atroz.
“El trabajo que hemos realizado con un gran equipo conformado ya surte los primeros resultados que nos llenan de satisfacción; hemos liberado a muchas mujeres, niñas y niños de esa penosa situación y luchamos por castigos ejemplares contra los agresores. Sabemos que cada acción que hacemos significa salvar vidas, decirles a esas personas que no están solas, abrazarlas y que sepan que hay esperanza y que vamos a trabajar por ellas para lograr que vuelvan a tener su vida feliz”, sostiene emocionada.
DESAFÍOS
Erradicar la trata de personas no es fácil; es uno de los crímenes más complejos de enfrentar, solo puede ser comparado con el tráfico de drogas y armas. Pero Sua Martínez tiene claro los pasos a seguir para que nuestro país no siga encabezando las estadísticas nefastas en el mundo, las que han hecho que hasta se produzcan películas de esta triste realidad.
“Las primeras acciones que hemos emprendido es la lucha frontal contra este delito; esto es una violación a los Derechos Humanos, es un delito transnacional, y vamos a hacer que este delito se eleve a carácter de Seguridad Nacional, para tener más recursos humanos y logísticos para investigar y desarticular esas bandas criminales que operan en la región”, revela con mucha seguridad y valor.

También se busca que el Congreso Nacional apruebe las reformas al Código Penal para endurecer las penas y la tipificación de los ciberdelitos mediante los que se atrae y engaña a las víctimas y la puesta en funcionamiento de la línea 145 para atender denuncias de la población contra estos crímenes y hasta poder brindar atención a las víctimas.
Otra de las metas que se ha planteado es la creación del Observatorio Nacional contra la Trata de Personas y el Sistema Nacional de Información que les brindará insumos para definir estrategias y políticas públicas para prevenir y dar respuesta a este fenómeno que destruye a las personas y las familias.
“Ya estamos trabajando en el Programa de Reparación de Daño a las Víctimas; con este vamos a asegurar que las mujeres y los niños y niñas rescatados tengan una atención integral, que les permita salir del trauma, que se sientan seguros de ellas mismas, que puedan insertarse en la vida productiva y ser felices”, concluyó.