A tan solo 41 días de las elecciones generales, el presidente del Tribunal de Justicia Electoral (TJE), Mario Flores Urrutia, denunció este lunes que el órgano jurisdiccional se encuentra completamente paralizado, debido a la ausencia de dos magistrados suplentes y la negativa del magistrado propietario Mario Morazán de participar en las sesiones convocadas.
Flores advirtió que la situación representa una grave amenaza para la democracia, ya que impide la conformación del pleno y la resolución de temas clave, como el caso del diputado Jorge Cálix, cuya candidatura aún no ha sido conocida por el tribunal.
“La democracia está paralizada”, expresó Flores, señalando que las posturas de los magistrados ausentes son “ilegales y antojadizas” y responden a intereses partidarios afines al oficialismo.
El estancamiento del TJE ha detenido la revisión de cuatro recursos de apelación, incluyendo los relacionados con las papeletas electorales de los departamentos de Valle y Olancho, lo que podría afectar la logística y transparencia del proceso electoral.
Flores también acusó al magistrado Morazán de incongruencia, al rechazar participar en sesiones virtuales por considerarlas ilegales, pese a que existen actas que certifican su participación previa en reuniones vía Zoom sobre temas administrativos y jurisdiccionales.
Intentos fallidos de convocatoria
Según el presidente del TJE, se han realizado múltiples intentos de notificación a los magistrados suplentes Gabriel Gutiérrez y Lourdes Mejía, sin obtener respuesta. Flores lamentó que los funcionarios solo se presenten “el día que les toca cobrar su salario” y no cuando se requiere su presencia para cumplir funciones institucionales.
La crisis en el TJE refleja un patrón similar al vivido en el Consejo Nacional Electoral (CNE), donde también se han registrado tensiones internas por diferencias partidarias. Flores reiteró su compromiso con el pueblo hondureño y anunció que presentará denuncias formales ante los órganos correspondientes para exigir responsabilidades.
