El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, finalizaron este viernes en Alaska su cumbre bilateral sin anunciar avances concretos sobre la paz en Ucrania.
Tras una reunión de casi tres horas en la base militar Elmendorf-Richardson, ambos líderes ofrecieron una breve rueda de prensa sin espacio para preguntas.
“No hay acuerdo hasta que haya un acuerdo”, declaró Trump, aunque calificó el encuentro como “extremadamente productivo” y aseguró que se lograron consensos en varios puntos, dejando solo “algunos pocos” temas sin resolver, entre ellos uno que consideró “el más importante”.
Trump anunció que contactará al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y a los líderes de la OTAN para informarles sobre lo discutido. También advirtió que Estados Unidos impondrá sanciones “económicamente severas” si no se logra un avance sustancial en futuras negociaciones.
El mandatario estadounidense adelantó la posibilidad de una segunda cumbre, esta vez con participación de Ucrania, para buscar una solución definitiva al conflicto.
Al despedirse, agradeció a Putin el tono del diálogo, mientras el líder ruso sugirió que el próximo encuentro se realice en Moscú.
Este acercamiento, el primero entre ambos mandatarios desde la cumbre de Helsinki en 2018, fue interpretado por analistas como un gesto político significativo para Rusia, que busca romper su aislamiento internacional. Por su parte, Trump se posiciona como un posible mediador en el conflicto ucraniano, en medio de expectativas globales sobre los próximos pasos diplomáticos.
