Hondumedios

“Turbas, gritos y golpes; el Congreso convertido en trinchera política”

Lo que debía ser una jornada de rendición de cuentas y fortalecimiento democrático terminó en un espectáculo bochornoso de violencia verbal y física.

Este martes, el hemiciclo del Congreso Nacional de Honduras fue escenario de un zafarrancho protagonizado por los colectivos de Libre, y un grupo de diputados oficialistas, quienes interrumpieron abruptamente la comparecencia de la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López.

Mientras López exponía sobre los avances del proceso electoral rumbo al 30 de noviembre, los colectivos irrumpieron en el recinto gritando “¡No volverán!”, en una clara muestra de intimidación política.

La situación escaló rápidamente: insultos, empujones, lanzamiento de agua y enfrentamientos entre diputados oficialistas y de oposición convirtieron el hemiciclo en un campo de batalla.

Uno de los momentos más graves fue protagonizado por el consejero Marlon Ochoa, representante de Libre en el CNE, quien lanzó un ataque verbal de carácter personal contra Cossette López, insinuando con tono sarcástico: “¿Le hace falta alguien que está preso fuera del país?”.

Esta declaración, además de ser una muestra de bajeza, constituye un acto de violencia política de género y una afrenta directa a la institucionalidad electoral

El mensaje de Cossette López

Pese al ambiente hostil, López reafirmó su compromiso con la democracia y la transparencia. “¿Queremos elecciones el 30 de noviembre? Sí, queremos elecciones”, afirmó con firmeza. También denunció los intentos de sabotaje al proceso electoral y defendió la implementación del sistema de verificación humana de actas con inconsistencias, una herramienta clave para garantizar la integridad del proceso.

“Este proceso no se detendrá por la obstinación de unos pocos”, sentenció, en alusión a las acusaciones penales promovidas por Ochoa contra sus colegas del CNE. 

¿Quién responde por el desorden?

La pregunta que sigue sin respuesta es: ¿quién permitió el ingreso de los colectivos al hemiciclo? La responsabilidad recae sobre las autoridades del Congreso, encabezadas por Luis Redondo, quienes convocaron la sesión sin prever medidas mínimas de seguridad. La oposición ha denunciado que se trató de una estrategia deliberada para intimidar a las consejeras y deslegitimar el trabajo del CNE.

Una democracia en riesgo

Este episodio no es un hecho aislado, sino parte de una preocupante tendencia de instrumentalización de las instituciones por parte de actores políticos que buscan imponer su voluntad por la fuerza.

La irrupción de turbas en el Congreso, la agresión a una funcionaria electoral y la permisividad institucional son señales alarmantes de una democracia que se tambalea.

El Congreso Nacional debe ser un espacio de deliberación, no de confrontación violenta. La democracia hondureña no puede permitirse normalizar el caos como método de presión política.

Es urgente que se investigue quién permitió el ingreso de los colectivos, se sancione a los responsables y se restablezca el respeto por las instituciones y sus representantes.

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