Este 3 de septiembre se cumple un año desde que el medio InSight Crime difundiera el “narcovideo” que muestra al exdiputado Carlos Zelaya Rosales, cuñado de la presidenta Xiomara Castro y hermano del expresidente Manuel Zelaya, reunido con capos del narcotráfico hondureño.

En la grabación, captada en 2013 por Devis Rivera Maradiaga alias “El Cachiro”, se discuten aportes financieros por más de 650 mil dólares para la campaña presidencial de Libre.
A pesar de la contundencia del material audiovisual, el Ministerio Público asegura que las investigaciones siguen abiertas, sin avances judiciales concretos. La ciudadanía, mientras tanto, observa con creciente escepticismo cómo el caso se diluye en el terreno de la impunidad.
En la grabación aparecen figuras del crimen organizado como Carlos “El Negro” Lobo, Ramón Matta Waldurraga, Héctor Emilio Fernández Rosa “Don H” y el propio Rivera Maradiaga.
Carlos Zelaya, conocido como “Carlón”, solicita que la mitad del dinero sea destinado al “comandante”, en alusión a Manuel Zelaya Rosales.
El video fue grabado con una cámara oculta en un reloj y entregado posteriormente a la DEA.

Carlos Zelaya admitió públicamente haberse reunido con narcotraficantes, aunque alegó desconocer su identidad en ese momento. Afirmó que fue “una trampa” y que pensaba que se trataba de empresarios.
Sin embargo, su participación activa en la conversación sobre financiamiento político contradice esa versión.
Mientras el exjefe militar Romeo Vásquez Velásquez fue procesado por aparecer en un narcovideo, Carlos Zelaya no ha enfrentado cargos similares. InSight Crime denunció esta disparidad como evidencia de una “justicia selectiva” que protege a figuras cercanas al poder.
Johel Zelaya, fiscal general, ha evitado pronunciarse con claridad sobre el caso. Asegura que se trata de un hecho político ocurrido hace más de una década y que “no es fácil descubrir la verdad”.
Esta postura refuerza la percepción de que el Ministerio Público actúa con cautela cuando se trata de personajes vinculados al oficialismo.
¿Dónde está Carlos Zelaya?
Según su hijo, el exministro de Defensa José Manuel Zelaya, “Carlón” permanece en Olancho, dedicado a sus propiedades y sin haber salido del país.
El caso Zelaya pone en evidencia la fragilidad del sistema judicial hondureño frente a la narcopolítica.
La falta de acciones concretas a un año de la revelación del video refuerza la idea de que la justicia en Honduras no es ciega, sino selectiva.
Si no se judicializa este caso, se consolidará un precedente peligroso: que las conexiones con el crimen organizado pueden ser toleradas si se está cerca del poder.