El arzobispo de Tegucigalpa, monseñor Vicente Nácher, expresó su reconocimiento y felicitación al pueblo hondureño por su valentía y compromiso durante las elecciones primarias.
Asimismo, aseguro que van a estar atentos para que nadie manipule las elecciones generales, porque este es el momento de defender Honduras.
A pesar de las múltiples fallas logísticas que retrasaron el proceso electoral, los ciudadanos acudieron masivamente a los centros de votación, demostrando su determinación y fe en la democracia.
Subrayó que la paciencia y perseverancia mostradas por los votantes son un ejemplo de civismo y respeto por los valores democráticos.
“Las razones para la esperanza en Honduras existen porque existe un pueblo, una nación, unos ciudadanos y ciudadanas hondureños conscientes, valientes, pacíficos e inteligentes, un pueblo que la noche del domingo pasado dijo que no se deja manipular”, subrayó Nácher.
Además, “nada cambia sino espero que puedan cambiar frente a los que quieren adormecernos, manipularnos, Honduras, la ciudadanía y especialmente en Tegucigalpa y San Pedro Sula, hasta altas horas de la noche el domingo pasado dijo que no se deja manipular y que cree en la democracia”.
Conforme a un mensaje de la Conferencia Episcopal de Honduras, Nácher aseguró que no es el mensaje de los obispos, sino el del pueblo hondureño a los que quieren y han querido boicotear, pero no han podido.
De igual manera exhortó a estar vigilantes para que no se puedan manipular las elecciones, “eso no es política, eso es defender a los pobres, eso es vivir el evangelio, eso es estar con la gente, eso es estar como pueblo de Dios, como bautizados responsables, defendiendo lo nuestro cuando se puede defender, después será tarde”.
“Hoy es el día de defender a Honduras, todos debemos hacerlo, generosamente y valientemente, pacíficamente e inteligentemente, todos”, expresó Nácher.
Felicitó a los hondureños por la democracia demostrada, siendo un ejemplo, pero ahora les corresponde a las instituciones como universidades, sociedad civil y empresarios en hacer su parte para poner en bien a Honduras.
“En el camino compartido no hay nadie imprescindible sino en que todos aportamos y unos nuestros esfuerzos para alcanzar las metas compartidas. No gastemos energías en desacreditar a otros, mejor formemos equipos de trabajo”, cerró Nácher.
