Hondumedios

Colectivos de Libre en la seguridad del Hospital Escuela ¿maldad o ignorancia?

El mal manejo de la seguridad por parte del gobierno, está generando consecuencias en cascada a toda nuestra sociedad.

Por Juan Carlos Degrandez

Siempre que escribo o toco temas de seguridad, me remonto a lo aprendido en las aulas de universidades centros de estudio, para hablar con base en el conocimiento transferido por especialistas del tema. Luego, exploro toda la experiencia que he adquirido desempeñándome en el rubro. Pero hoy, escribiré desde la frustración causada por la vulgar realidad a la que nos enfrentamos.

Un personaje que aparece en todas las huelgas de nuestro país, que estoy seguro de que ignora la mayoría habilidades que se requieren para administrar un estado, se le han delegado tareas de seguridad en sitios de infraestructura crítica, como un hospital y su opinión fue “No hay que ser la octava maravilla para dar seguridad”.

Esto anterior, es solo una muestra de cómo el mal manejo de la seguridad por parte del gobierno, está generando consecuencias en cascada a toda nuestra sociedad, como lo dejó en evidencia el jefe de la unidad de vigilancia de la secretaría de salud, al pedirle a los pandilleros que los “dejen entrar a todas las zonas para combatir el dengue”

En artículos anteriores, hablé sobre el dominio que ejercen las estructuras criminales en muchas zonas, la petición desesperada del funcionario de salud, confirma que es imposible incluso para el estado, acceder y desarrollar las funciones que por ley le corresponden en esos “territorios”, podría usted lector, imaginar que ocurre con las personas que viven esos lugares.

Ha llegado el mes de junio, y en Honduras sabemos que por ley se debe pagar un salario extra, el décimo cuarto mes de salario, y el servicio de transporte en Honduras, ha sido obligada por parte de los extorsionadores, a también pagarles este dinero extra, han expresado los dirigentes del transporte, las consecuencias de no cumplir estas exigencias, las pagan conductores, cobradores o pasajeros, que son los que están expuestos día a día en las calles.

Todo esto anterior, durante el poco útil “estado de excepción” al que hemos estado sometidos por meses, que más parece un ensayo o antecedente a una crisis política, para que sea usado como herramienta para violar los derechos de ciudadanos que no estén de acuerdo con las decisiones del gobierno.

Si conectamos lo anterior, surgen muchas más cosas por las cuales preocuparse, pues está comenzando a ocurrir que le vamos a delegar la seguridad a activistas políticos sin formación, que posiblemente tendrán acceso a armas y se volverán “autoridad” entre la población, puedo imaginar al “ministro de huelga” al nivel de un ministro de seguridad.

Si esta célula cancerígena se reproduce, nuestra Patria pronto tendrá metástasis, y en todo nuestro territorio estará ocurriendo lo mismo, un mal que ya destruyó otra nación, allá se les llamó “círculos bolivarianos” pero con el paso de los días se les nombró “círculos del terror” por el uso represivo que le dieron en asuntos políticos y sociales.

La falta de una política público integral de seguridad, nos está matando de dengue, nos dejará expuestos en los hospitales públicos y nos hará perder todos nuestros derechos fundamentales, la publicidad y aparición mediática o en redes sociales, no tiene ningún efecto favorable en la lucha contra el crimen, mucho menos se obtendrán mejores resultados politizando la poca seguridad que nos queda.

Lastimosamente, la improvisación nos está pasando facturas muy caras, y aunque reconozco siempre que nuestra patria nunca ha sido el jardín del Edén, pronto viviremos en un país irreconocible, a consecuencia de delegar temas delicados a personas sin formación alguna o de restarle importancia a temas sensitivos para nuestra sociedad, que son “tapados” con las diarias y habituales cortinas de humo.

¿Hermano catracho, acaso perdiste el sueño de hacer de este país la nación más grande del mundo?  Y al responder “No, no he perdido ese sueño” debemos estar conscientes que no tenemos la varita mágica de Harry Potter para cambiar de inmediato nuestra realidad, pero tenemos todos los días la oportunidad de entendernos y comunicarnos mejor, para lograr nuestros objetivos en conjunto, no sin antes, poner antes de esta ecuación a Dios.

La seguridad es un tema que debe ser manejado por especialistas, que a su vez deben ser imparciales y saber que tienen sobre sus hombros el don divino de la vida de cada persona que compone este pueblo, mismo que, pronto regresará a las urnas, esperando que esta vez nadie decida por colores, que lo hagan por la mejor propuesta, por personas honestas y capaces.

Lo que el presidente Nayib Bukele ha hecho en El Salvador en temas de seguridad, trae la esperanza de que, llevando a personas correctas a las posiciones de liderazgo, se puede salir de la peor crisis, ¿dónde estará nuestro Nayib?

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