Este miércoles pacientes renales realizan manifestaciones a nivel nacional paralizando el paso vehicular en diferentes carreteras, como ser salida al norte de Tegucigalpa, en La Ceiba y Yoro.
Para el caso en el puente Río Bonito esta bloqueado el acceso principal a la ciudad puerto de La Ceiba en una manifestación que ha paralizado el tránsito hacia los departamentos de Atlántida y Yoro.
Este movimiento de protesta también ha tenido eco en San Pedro Sula, donde otro grupo de pacientes renales piden que se les escuche. De igual forma han bloqueado la carretera CA-5 que conduce a de la capital Tegucigalpa a la zona norte del país, lo que ha ocasionado un gran congestionamiento vehicular y los conductores dicen estar desesperados sobretodo quienes tienen vuelos en desde el aeropuerto de Palmerola o el de San Pedro Sula.
José Nolasco, uno de los pacientes en protesta, declaró: “Como pacientes pensamos que íbamos a tener más apoyo con el nuevo gobierno, pero desgraciadamente se está avalando un acto ilegal que está afectando a muchos compañeros renales”.
Según Nolasco, en 2023 se contrató a una empresa que no cumplía con los requisitos establecidos para el tratamiento de pacientes renales. Esta empresa, ha operado sin ser cuestionada por las autoridades.
Nolasco hizo un llamado al fiscal del Ministerio Público, afirmando que todas las evidencias de corrupción descansan en su despacho y solicitando que se tomen medidas contra los funcionarios implicados. «Tenemos evidencias de actos de corrupción que se llevan a cabo con los pacientes renales. Exigimos que el gobierno actúe», agregó.
La situación en La Ceiba es particularmente tensa, con los pacientes renales declarando que «nadie entra ni sale» de la ciudad.
Una de las pacientes expresó: «La situación es precaria. Como pacientes nos tienen obstruidos, no nos apoyan, hay mucho déficit. Pedimos a las autoridades que sean conscientes con el tratamiento de los pacientes renales».
Otro paciente en La Ceiba comentó sobre la gravedad de la situación: “Es una cuestión de vida o muerte. No queremos ir a hospitales públicos porque ya tengo cinco años de estar en Diálisis de Honduras, donde nos han tratado bien”.
