La presidenta del Consejo Nacional de Elecciones (CNE), Cossette López, denunció públicamente una serie de irregularidades relacionadas con el transporte de urnas y votos durante el proceso electoral.

López, aseguró que los miembros de las Fuerzas Armadas habrían dado órdenes a los chóferes de los autobuses encargados del traslado de material electoral para que se estacionaran y paralizaran el transporte.
Además, cuando el personal del CNE intentó localizar los vehículos, los militares habrían alertado a los conductores para que cambiaran de ubicación.
López calificó estos actos como un intento de sabotaje al proceso democrático y expresó su preocupación por las posibles implicaciones legales y éticas de estas acciones.
En sus declaraciones, hizo un llamado a las autoridades competentes, incluyendo al Ministerio Público y a organismos internacionales, para que investiguen a fondo lo sucedido y se determinen responsabilidades.
La presidenta del CNE subrayó que estas irregularidades no solo afectan la logística del proceso electoral, sino que también generan desconfianza entre la población y ponen en riesgo la transparencia de las elecciones.
Asimismo, reiteró el compromiso del CNE de garantizar un proceso limpio y justo, a pesar de los desafíos enfrentados.
Este incidente ha generado un amplio debate en el país, con sectores de la sociedad civil exigiendo explicaciones claras y acciones contundentes para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
La comunidad internacional también ha mostrado interés en el caso, destacando la importancia de proteger la integridad de los procesos democráticos en Honduras.