El Chelsea, liderado por un estelar Cole Palmer, vapuleó este domingo por 3-0 al Paris Saint-Germain y se coronó campeón de la primera edición del Mundial ampliado de Clubes de la FIFA.
Desde el inicio del partido, los Blues mostraron una superioridad indiscutible. Enzo Maresca, con una táctica impecable, superó a Luis Enrique, desarmando por completo al equipo parisino. Al término de la primera mitad, el Chelsea ya ganaba 3-0, dejando claro su dominio en el campo.
Este triunfo no solo representa la conquista del Mundial de Clubes, sino que también es el segundo título del año para el Chelsea, que previamente se había llevado la Conference League a expensas del Real Betis. La actuación del equipo londinense, especialmente la de Cole Palmer, fue clave para alcanzar este logro histórico.
El MetLife Stadium de East Rutherford (Nueva Jersey, EE.UU.) acogió este domingo el broche a este primer Mundial de Clubes con 32 equipos y activó ya la cuenta atrás para organizar la final del Mundial de selecciones dentro de un año.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, encabezó el palco y presenció en primera persona una actuación absolutamente portentosa del Chelsea, que fue de menos a más en este torneo hasta coronarse anulando a un PSG que había dominado Europa este año con puño de hierro.
Palmer selló un recital memorable con dos goles y una asistencia para Joao Pedro. El británico fue un dolor de cabeza constante por la derecha para Nuno Mendes.
El Chelsea rompió las quinielas.
Por su parte, Joao Pedro extendió su fulgurante inicio con el Chelsea. El atacante brasileño se incorporó oficialmente el 2 de julio, debutó solo dos días después en cuartos ante el Palmeiras, fue titular el 8 de julio y marcó los dos goles de su equipo en semifinales contra el Fluminense y este domingo logró su tercera diana.
Moisés Caicedo, que era duda por molestias en el tobillo, fue un titán en el centro del campo y también destacó el portero Robert Sánchez con varias intervenciones de mucho mérito.
La victoria del Chelsea subraya su posición como uno de los equipos más fuertes del fútbol mundial, y deja al PSG con la tarea de replantear su estrategia para futuras competiciones.
