La crisis sanitaria en Honduras se agudiza tras 16 días de paro por parte de las enfermeras auxiliares, quienes mantienen bloqueadas arterias clave del país, incluyendo la CA-5 y vías en Colón, Yoro, Lempira y San Pedro Sula.
En medio de este pulso social, la ministra de Salud, Carla Paredes, lanzó una acusación contra el presidente de la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras (ANEEAH), Josué Orellana, a quien calificó como “extorsionador”.
Durante una comparecencia pública, Paredes se distanció personalmente de Orellana y lo acusó de utilizar influencias dentro de la Secretaría de Salud para obtener beneficios. “Cuando no logra lo que quiere por amistad, recurre al chantaje”, afirmó.
La ministra también denunció que ANEEAH estaría presionando a enfermeras auxiliares para abandonar quirófanos y sumarse a las protestas, poniendo en riesgo la atención hospitalaria.
Paredes reiteró que las audiencias de descargo seguirán su curso, advirtiendo que nadie está exento de la ley. Dos de las 15 peticiones presentadas por ANEEAH no lograron consenso: el aumento salarial y la exigencia de no aplicar sanciones a quienes abandonaron sus puestos.
Según la ministra, el dictamen del Servicio Civil impide el incremento por no estar en nivel técnico, y la ausencia prolongada sin justificación conlleva despido automático.
