El Poder Judicial informó este viernes que un juez natural admitió la solicitud de querella presentada por la consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, en contra de su compañero del pleno, Marlon Ochoa.
El vocero judicial, Melvin Duarte, detalló que la denuncia corresponde a un delito de acción privada, luego de que Ochoa emitiera declaraciones públicas que López considera como insultos, ataques e imputaciones en su contra.
Como parte del proceso, se nombró un juez de conciliación y se programó la primera audiencia para el viernes 21 de noviembre, en la cual se evaluará si ambas partes logran llegar a un acuerdo frente al juez.
Un conflicto que trasciende lo personal
La querella expone las tensiones internas dentro del CNE, institución clave en la organización de los procesos electorales. El enfrentamiento entre dos de sus consejeros refleja la fragilidad del diálogo interno y la falta de mecanismos efectivos para resolver disputas sin necesidad de acudir a instancias judiciales.
Implicaciones institucionales
Más allá del ámbito legal, este caso podría tener repercusiones en la credibilidad del CNE, que enfrenta el reto de proyectar cohesión y neutralidad en un contexto político marcado por la desconfianza ciudadana. La confrontación entre López y Ochoa erosiona la imagen institucional y abre un flanco de cuestionamientos sobre la capacidad del organismo para mantener estabilidad en su conducción.
La audiencia de conciliación será clave: si se alcanza un acuerdo, el caso podría cerrarse sin mayores consecuencias. De lo contrario, el proceso continuará y mantendrá al CNE en el centro de la polémica.
