La ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz estuvo marcada por la emoción y los llamados a la defensa de la democracia en Venezuela.
En ausencia de la líder opositora María Corina Machado, fue su hija Ana Corina Sosa quien recibió el galardón en su nombre, en medio de prolongados aplausos de los asistentes.
La distinción reconoce la lucha de Machado por la libertad, los derechos humanos y la institucionalidad democrática en su país.
Durante el acto, se resaltó el papel de la oposición venezolana en la búsqueda de una transición política pacífica.
El auditorio se puso de pie en varias ocasiones, reflejando el respaldo internacional a la causa democrática venezolana.
La ausencia de Machado, quien enfrenta restricciones en su país, dio mayor simbolismo al gesto de su hija al subir al estrado.
Ana Corina Sosa agradeció el reconocimiento y reiteró el compromiso de su madre con la defensa de los valores democráticos.
El evento se convirtió en un espacio de solidaridad internacional, con mensajes que subrayaron la importancia de mantener la presión diplomática y política para garantizar elecciones libres en Venezuela.
El Nobel de la Paz otorgado a Machado se interpreta como un respaldo global a la lucha democrática venezolana, en un momento en que el país atraviesa una profunda crisis política y social. La entrega del premio busca visibilizar la resistencia pacífica frente a la represión y la falta de garantías electorales.
