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Las siete cruces para el TPS

Opinión por el experto en Seguridad Nacional, Juan Carlos Degrandez. 

La ambición desmedida de la familia Zelaya y Moncada nos ha llevado al borde del precipicio y, como consecuencia directa de sus decisiones erráticas, hoy hemos perdido el Estatus de Protección Temporal (TPS) para miles de hondureños en Estados Unidos, dejándolos en una situación de vulnerabilidad e incertidumbre fuera de nuestras fronteras.

Primero, la eliminación del tratado de extradición con Estados Unidos protegió a familiares y allegados de procesos judiciales legítimos, enviando un mensaje de impunidad que erosionó la confianza de nuestro principal aliado y cerró las puertas a la flexibilidad humanitaria que representaba el TPS.

Carlos Zelaya, hermano del expresidente Manuel Zelaya y cuñado de la presidenta Xiomara Castro

Segundo, las faltas de respeto y los insultos dirigidos a la embajadora Laura Dogu han deteriorado gravemente las relaciones diplomáticas.

Atacar a la representante de Estados Unidos no son meros desplantes verbales: han socavado los canales de negociación y retrasado acuerdos de cooperación esenciales para la seguridad y el desarrollo.

La embajadora de EE.UU., Laura Dogu y la presidenta de Honduras, Xiomara Castro

Tercero, las constantes amenazas de retirar la base militar aérea de Palmerola —que aún opera bajo convenios vigentes— generan una gran incertidumbre en materia de seguridad nacional y geopolítica.

Poner en jaque una instalación clave para la lucha contra el narcotráfico y la respuesta a desastres sin presentar alternativas sólidas debilita nuestra capacidad operativa y abre la puerta a presiones de actores externos.

Base militar aérea de Palmerola, Comayagua, Honduras

Cuarto, el establecimiento de relaciones diplomáticas con la República Popular de China y la cesión de cierto control en temas sensibles de seguridad nacional muestran una imprudencia estratégica.

Al permitir influencias foráneas en áreas críticas, comprometen nuestra soberanía y la libertad de decisión en asuntos clave para el futuro de Honduras.

Quinto, el reconocimiento de los “resultados” de la “elección” en Venezuela legitima procesos electorales carentes de garantías democráticas y respalda un régimen autoritario.

Esta postura desacredita a Honduras ante la comunidad internacional y refuerza la percepción de simpatía por modelos antidemocráticos.

Nicolas Maduro, Presidente de Venezuela y la Presidenta de Honduras Xiomara Castro

Sexto, la mala gestión diplomática, encomendada a activistas políticos sin experiencia, ha propagado un discurso radical y antinorteamericano que choca con los intereses económicos y de seguridad del país.

La improvisación ha erosionado la credibilidad de nuestras instituciones ante otros gobiernos y organismos multilaterales.

Gerardo Torres Zelaya Vice Ministro Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional

Séptimo, la candidata y ex ministra de Finanzas y Defensa que alabó el modelo cubano —una dictadura que reprime libertades— reveló la verdadera intención de instaurar un régimen concentrado en pocas manos, sacrificando la pluralidad y los derechos fundamentales.

La familia Zelaya y Moncada, guiada por su ansia de poder, ha perdido la perspectiva del interés nacional.

Candidata presidencial del Partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Ramona Moncada

Sus ambiciones personales han socavado la democracia y puesto en riesgo la seguridad de Honduras. Hago un llamado urgente al pueblo hondureño, a las Fuerzas Armadas, a la Policía Nacional, a la oposición política, a la empresa privada y a la sociedad civil: dejemos a un lado las rencillas y unamos fuerzas contra el verdadero peligro que amenaza nuestra libertad y estabilidad—el Partido Libre. Solo con unidad y determinación podremos defender nuestra soberanía, restaurar la institucionalidad y asegurar un futuro democrático para Honduras.

La cancelación del TPS deja a miles de familias en situación de extrema vulnerabilidad: al perder este amparo legal, se interrumpe el envío de remesas que tantas familias utilizaban para cubrir necesidades básicas y apoyar a sus seres queridos.

Esta medida no solo socava la estabilidad económica de quienes se vieron forzados a construir su vida lejos de casa, sino que también hiere el núcleo familiar al amenazar la reunificación con la deportación.

Expresamos nuestra más sincera solidaridad con todas las familias afectadas y hacemos un llamado urgente a las autoridades nacionales e internacionales para que implementen mecanismos de regularización y programas de auxilio económico que restablezcan la esperanza y la dignidad de quienes han perdido este derecho fundamental.

Dios Bendiga a nuestro pueblo y que nos libre de Libre

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