El alcalde de San Pedro Sula, Roberto Contreras, anunció que la próxima semana se presentará voluntariamente ante el Ministerio Público (MP) en Tegucigalpa, renunciando a la figura del antejuicio político que protege a los alcaldes, con el objetivo de someterse a una investigación formal.

Contreras aseguró que tomará esta decisión sin el acompañamiento de abogados ni protocolos especiales, y que lo único que solicita es poder llevar consigo su biblia y seis libros personales.
“Voy a llegar sin pompas y sin nada. Luego que me manden a Támara y que procedan con el proceso de las pruebas que tienen ellos”, expresó.
El edil sampedrano retó al fiscal general Johel Zelaya a presentar todas las pruebas en su contra, afirmando que “no pudo probar absolutamente nada” en investigaciones previas. Contreras insistió en que no buscará demostrar su inocencia, sino que exigirá que se le demuestre culpabilidad.
“No nací para esconderme ni huir. Mis manos están limpias, lo que tengo es a pulso y trabajo”, declaró.
El alcalde manifestó que teme por su vida debido a la información que posee, y denunció una presunta manipulación de la justicia por parte del partido de gobierno. “Aquí no hay justicia”, aseveró, señalando que el proceso en su contra tiene tintes políticos.
Una de las motivaciones para su entrega, según Contreras, es evitar que se emita una orden contra su esposa. “Prefiero entregarme yo.
“Mi esposa nunca ha firmado un cheque en la municipalidad, maneja Ecosocial por los niños, nada más”, explicó. Aseguró que esta acción responde a una represalia política, vinculada a las elecciones del 30 de noviembre, en las que, según él, la candidata del partido Libertad y Refundación perderá.
Contreras también expresó su intención de visitar a los funcionarios municipales detenidos en el centro penal de Támara, como muestra de solidaridad. Indicó que ha solicitado un permiso especial para realizar dicha visita, excluyendo al testigo protegido de la Fiscalía, a quien calificó como “una figura para aparentar”.
Finalmente, el alcalde anunció que en los próximos días sostendrá reuniones con el candidato presidencial Salvador Nasralla y la diputada Maribel Espinoza, en el marco de lo que considera una persecución política que afecta no solo a él, sino a varias familias hondureñas.