La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, lanzó una dura crítica contra la continuidad del estado de excepción, al que calificó como “ilegal”, y exigió la renuncia del ministro Gustavo Sánchez tras la muerte de dos agentes de la Policía Nacional en enfrentamientos con delincuentes.
Villanueva cuestionó que el ministro celebrara públicamente un “cero homicidios” el mismo día en que se registraron los decesos de los oficiales, señalando que la gestión de Sánchez responde más a intereses políticos que a una estrategia real de seguridad.
“En indefensión y con un alto nivel de inseguridad nuestros policías son carne de cañón, víctimas de esta abrumadora violencia. Renuncie @hegusave, no sea más irresponsable y negligente”, escribió en sus redes sociales.
El 17 de noviembre de 2025, Sánchez destacó que no se habían registrado homicidios en el país, y en menos de 24 horas después, dos agentes fueron asesinados en cumplimiento del deber.
La denuncia de Villanueva expone la fractura interna en la Secretaría de Seguridad y la falta de coherencia en la política gubernamental frente a la violencia. Mientras el ministro celebra cifras que buscan proyectar éxito, la realidad muestra a policías cayendo en el cumplimiento de sus funciones, sin protección ni respaldo institucional.
El contraste entre la propaganda oficial y la tragedia en las filas policiales refleja una gestión marcada por la improvisación y el uso político de la seguridad, en lugar de una estrategia integral para enfrentar el crimen.
La crítica de Villanueva no solo cuestiona la eficacia del estado de excepción, sino que desnuda la crisis de credibilidad de las autoridades en un país donde la violencia sigue imponiéndose sobre los discursos oficiales.
