El diputado independiente por Comayagua, Rolando Enrique Barahona Puerto, oficializó este 10 de agosto su incorporación al Partido Libertad y Refundación (Libre).

La adhesión fue anunciada por el propio partido en sus redes sociales, celebrando su llegada como parte de la “refundación de la patria”.
Barahona, quien fue electo en 2021 bajo la bandera del Partido Nacional, ya había sido expulsado de esa agrupación en junio de 2022 por un período de ocho años, acusado de “graves faltas contra el interés ciudadano” y de “traicionar a más de 59 mil nacionalistas de Comayagua”.
Entre las acciones que motivaron su expulsión se encuentran su respaldo a la junta directiva del Congreso presidida por Luis Redondo, su voto a favor del subprocurador general y su apoyo a la polémica “Ley para la Reconstrucción del Estado Constitucional de Derecho”, que otorgó cartas de libertad a figuras como Enrique Flores Lanza y Rodolfo Padilla Sunseri.
Desde entonces, Barahona ocupaba su curul como independiente, pero su trayectoria legislativa mostraba una clara inclinación hacia las posiciones del oficialismo. Su participación en decisiones clave, como la destitución de la procuradora general Lidia Estela Cardona, fue vista como una maniobra alineada con Libre.
La crítica surge ante lo que muchos consideran una movida oportunista más que ideológica. ¿Es esta adhesión una muestra de convicción política o simplemente una estrategia para mantenerse vigente en el Congreso? La falta de transparencia sobre sus intenciones futuras —ya que no ha confirmado si buscará un nuevo cargo de elección popular— alimenta las dudas sobre la autenticidad de su cambio de bandera.
La ciudadanía, por su parte, observa con escepticismo este tipo de movimientos, que parecen responder más a intereses individuales que a compromisos con el bienestar colectivo. En un contexto de alta polarización y desconfianza hacia la clase política, el caso de Barahona se convierte en un ejemplo más de cómo la política hondureña sigue marcada por el pragmatismo y la falta de coherencia.