La intervención policial en Catacamas, Olancho, busca capturar a criminales involucrados en un ataque contra la fuerza pública.
Más de 200 oficiales de la Policía Nacional de Honduras y tres unidades especializadas Black Mamba, realizan una intervención total en la ciudad de Catacamas, Olancho, para capturar a los miembros de una estructura criminal vinculada a un ataque contra la fuerza pública el jueves 28 de noviembre de 2024.
La acción fue ordenada por el Secretario de Seguridad, Gustavo Sánchez, quien detalló que el operativo tiene como objetivo desarticular a los responsables de un enfrentamiento ocurrido en el marco de un entierro en dicha región del país.
“Hemos ordenado a la @PoliciaHonduras y sus direcciones especializadas la intervención total de la ciudad de Catacamas, buscar y capturar a los miembros de la estructura criminal que atentó contra la fuerza pública el día de ayer jueves 28/11 en el momento que se conmemoraba un sepelio”, publicó Sánchez en X.
“Ya se encuentran en el sector más de 200 funcionarios policiales reforzando las operaciones de la Jefatura Metropolitana de esa ciudad y 3 black Mambas. Hemos incautado ya 18 armas de fuego por portarlas visiblemente y se trabaja con el @MP_Honduras con fiscales de jurisdicción nacional para los requerimientos respectivos”, agregó.
Según medios nacionales, el incidente ocurrió durante un velorio en Catacamas, cuando un grupo armado, que se desplazaba en varios vehículos de lujo, se presentó en el lugar.
De acuerdo el relato de la Policía Nacional, el grupo llegó a la ceremonia fúnebre aparentemente para brindar seguridad a la familia del fallecido, una acción no autorizada.
Al observar las armas visibles de los individuos, un oficial de la Policía Nacional se acercó para solicitar los permisos de portación de armas, sin embargo, los civiles se negaron a cooperar y uno de ellos mostró su arma en señal de amenaza.
El policía, que grababa la situación con su teléfono móvil, respondió de manera firme: “Soy policía y estoy formado para vencer o morir. Si disparan, yo disparo”, advirtiendo a los agresores.
La tensión se incrementó rápidamente, y aunque una mujer intentó mediar explicando que los hombres estaban allí por solicitud de la familia, el policía insistió en que solo empresas autorizadas pueden proporcionar seguridad armada.
Escalada del conflicto y llamado a refuerzos
La confrontación llegó a su punto máximo cuando el líder del grupo armado intentó acercarse al oficial con el arma descubierta, exigiéndole los permisos. El nerviosismo se apoderó de los presentes, y el agente, sintiéndose superado por la situación, disparó al aire para evitar que los civiles se dieran a la fuga.
“Somos la Policía, hago el disparo de advertencia”, gritó el oficial mientras instaba a sus compañeros a bloquear el paso con las patrullas. Ante la escasa respuesta de los demás uniformados, el oficial solicitó refuerzos a las Fuerzas Especiales y unidades Black Mamba para controlar la situación.
Resultado del operativo y captura de los responsables
Tras la intervención policial, los civiles finalmente accedieron a cooperar y fueron instruidos para acudir a la posta policial con los permisos de las armas para que se les devolviera en caso de ser legales.
Sin embargo, ninguno de ellos se presentó en las autoridades, lo que llevó al secretario de Seguridad a ordenar un operativo de captura.
