Las autoridades de Texas confirmaron este domingo que el número de víctimas mortales por las inundaciones en el centro-sur del estado ha aumentado a 68 personas, en medio de una de las peores catástrofes naturales registradas en la región desde 1987.

El condado de Kerr ha sido el más afectado, con 59 fallecidos, de los cuales 38 son adultos y 21 menores de edad, según informó el alguacil Larry Leitha Jr. en una rueda de prensa.
El funcionario advirtió que la cifra “va a aumentar” conforme avancen las labores de búsqueda.
Camp Mystic: foco de angustia
Uno de los puntos más críticos es el campamento cristiano Camp Mystic, ubicado cerca de la localidad de Hunt. Allí, 11 menores y una monitora continúan desaparecidas tras la súbita crecida del río Guadalupe.
El gobernador Greg Abbott declaró que el campamento quedó “devastado de una forma que no había visto en ningún desastre natural”.
Respuesta de emergencia
Más de 400 socorristas de al menos 20 agencias estatales y federales trabajan en las labores de rescate, incluyendo operaciones aéreas y acuáticas. Hasta el momento, se han evacuado con éxito a más de 850 personas, y se han realizado más de 160 rescates por vía aérea.
El presidente Donald Trump firmó una declaración de emergencia por desastre natural, lo que permite la intervención de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA).
Lluvias récord y advertencias
El Servicio Meteorológico Nacional informó que en solo 12 horas del viernes cayeron más de 30 centímetros de lluvia, lo que elevó el caudal del río Guadalupe a 9.9 metros, su segundo nivel más alto registrado. Se esperan nuevas precipitaciones, lo que podría agravar aún más la situación.