La reciente suspensión de la ayuda de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) tendrá un impacto significativo en Honduras, afectando tanto a entidades gubernamentales como no gubernamentales.

Esta decisión, anunciada por el presidente estadounidense Donald Trump, ha generado preocupación en diversos sectores del país.
El Instituto de Conservación Forestal (ICF) de Honduras, por ejemplo, ha tenido que suspender un proyecto previsto para marzo de este año debido a la falta de fondos de la USAID.
Aunque el gobierno de Xiomara Castro ha minimizado la preocupación, indicando que la mayoría de los recursos de la USAID se destinan a organizaciones no gubernamentales (ONG) y al sector privado, el impacto en estas entidades será considerable.
Elsy Reyes, coordinadora de la Defensoría de Movilidad Humana del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras (CONADEH), señaló que la cancelación de la ayuda afectará a sectores vulnerables como niños, mujeres, migrantes retornados y la comunidad LGTBIQ+.
Además, algunos programas de la USAID que apoyaban a personas víctimas de violencia o en riesgo también se verán interrumpidos.
Otro organismo hondureño que será afectado con las nuevas disposiciones de Washington, es el Consejo Nacional Electoral (CNE), cuya presidenta, Cosette López, dijo el martes a periodistas que hace diez días recibieron la notificación de la suspensión de la ayuda que se venía recibiendo de la USAID.
Según López, parte de la ayuda al CNE, era para la contratación de «un consultor tecnológico que nos ayudaría para hacer una contraparte eficiente en las empresas que están prestando servicios acá adentro», en el proceso de las elecciones primarias que el 9 de marzo celebrarán los tres partidos políticos mayoritarios de Honduras, previas a las generales del 30 de noviembre.
También se ha suspendido una ayuda para el registro de custodios electorales y otros, añadió López.
Otras organizaciones, como el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) y la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), que con frecuencia denuncian presuntos actos de corruptela en instituciones del Gobierno, han sido receptores de fondos de la USAID.
Según la ASJ, el aporte que han venido recibiendo de la USAID ha sido «mínimo», equivalente al 4 % de su presupuesto, por lo que consideran que sus proyectos no serían interrumpidos.
La USAID también ha financiado en Honduras proyectos en materia de educación, salud, infraestructura, organizaciones de grupos minoritarios, pequeños emprendedores y asistencia a migrantes, entre otros.
La semana pasada, el canciller hondureño, Eduardo Enrique Reina, indicó que la suspensión de la ayuda de la USAID no es preocupación para el Gobierno que preside Xiomara Castro, porque la mayor parte de los recursos los reciben organizaciones no gubernamentales (ONG) y del sector privado.
Reina subrayó que algunas ONG que reciben ayuda de la USAID son críticas del Gobierno de Xiomara Castro y serán las más afectadas con la decisión anunciada por Trump.
En 2023, la ayuda de la USAID a Honduras fue de aproximadamente 144 millones de dólares, cifra que se redujo a menos de 100 millones en 2024. La suspensión de estos fondos podría agravar la situación de muchas comunidades que dependen de esta asistencia para su desarrollo y bienestar.