Durante su homilía dominical en la Basílica Menor de Suyapa, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez lanzó un contundente mensaje dirigido tanto a la clase política como a la ciudadanía hondureña.

En un tono firme y pastoral, instó a erradicar los discursos de odio y a rechazar la “politiquería” que, según él, intoxica el ambiente nacional.
El cardenal lamentó el clima de confrontación que se vive en el país, especialmente en el contexto preelectoral, y criticó los discursos cargados de ataques personales y descalificaciones.
“Hay muchos demonios de odio, de ataque; tal parece que este versículo se está implementando en nuestro país, basta con oír algunos discursos por la televisión”.
Rodríguez advirtió que estos mensajes no solo dividen a la sociedad, sino que también reflejan una profunda decadencia moral y política.
Crítica a la “adicción” a la politiquería
El líder religioso fue más allá al señalar que hay personas “adictas” a la politiquería, que desde que se levantan piensan únicamente en confrontación y manipulación: “Eso solo llena de odio, mediocridad, frustración y resentimiento”.
Recalcó que los cristianos no deben actuar como activistas políticos, sino como discípulos comprometidos con la verdad y la justicia.
Advertencia sobre los falsos valores
Rodríguez vinculó la crisis política y económica del país con una pérdida de valores auténticos: “Vivimos en un tiempo donde hay muchos falsos valores. La crisis política y económica es una prueba de esto, la decadencia es uno de los signos de nuestro tiempo”.
También alertó sobre los “lobos” que confunden a la población con discursos engañosos, y llamó a los fieles a mantenerse firmes en el Evangelio.
A pesar del tono crítico, el cardenal concluyó con un mensaje esperanzador, recordando que la fe ofrece fuerza para superar cualquier adversidad: “Nada nos podrá hacer daño porque tenemos la facultad de pisotear la maldad… Por muy grandes que sean las dificultades de la vida, tenemos la fuerza suficiente para superarlo todo”