El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) cuestionó el “manto de impunidad” que cubre alrededor del 88% de más de un centenar de casos de periodistas y trabajadores de medios de comunicación asesinados desde el año 2001 a la fecha.
En el marco del Día Internacional para Poner fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, que se conmemora el 2 de noviembre de cada año, la titular del CONADEH, Blanca Izaguirre fue contundente al señalar que tanto el asesinato como el alto nivel de impunidad se constituyen en una forma de censura extrema contra los medios y libertad de expresión.
La defensora de los derechos humanos instó a las autoridades hondureñas a que asuman el desafío de reducir el índice de impunidad en la muerte de periodistas y demás trabajadores de medios de comunicación.
Reducir los niveles de impunidad de los crímenes contra periodistas es un desafío esencial para garantizar la libertad de expresión y el acceso a la información que tienen todas las personas.
Indicó que la labor que realizan los periodistas y demás personas que trabajan en los medios de comunicación es de alto riesgo y de tal magnitud que muchos son objeto de amenazas, agresiones, extorsiones, atentados, actos de intimidación, desplazamiento forzado e incluso la muerte.
Entre octubre del 2001 y octubre del 2024, el CONADEH registró la muerte de 101 personas vinculadas a los medios de comunicación, entre periodistas, locutores, fotógrafos, operadores, editores, camarógrafos y propietarios, cuyos crímenes en alrededor del 88% de los casos se mantienen impunes, situación que impide a los familiares conocer la verdad.
En esta radiografía de la inseguridad para el ejercicio de la labor periodística, 6 departamentos del país fueron escenario de la muerte del 74% de las 101 víctimas asesinadas desde el año 2001.
El Municipio del Distrito Central, en Francisco Morazán, se constituye en el sitio más peligroso para el ejercicio del periodismo y la labor que realizan los demás profesionales de los medios de comunicación al registrar la muerte de 23 personas, seguida por los departamentos de Cortés con 19, Atlántida 9, 9 en Copán, 8 en Yoro y 7 en Olancho.
En estos 23 años, al menos 83 medios de comunicación de Honduras han sufrido o registrado la muerte violenta de uno o varios de sus empleados.
De acuerdo a la labor que realizaban las personas vinculadas a los medios de comunicación, al menos 25 eran directores de espacios y propietarios de medios de comunicación, 17 presentadores de noticias y 15 locutores.
Además, figuran entre las víctimas camarógrafos, presentadores de programas de entretenimiento, cronistas deportivos, operadores, gestores de publicidad, editores y corresponsales de radio y televisión.
Izaguirre indicó que todo ataque que ponga en riesgo la integridad y la vida de periodistas y demás trabajadores de medios, es condenable, como también lo es que los crímenes queden impunes y se les violente, a los familiares, el derecho a conocer la verdad.